MI VIDA CON EL MEDIO AMBIENTE

A decir verdad, desde bien pequeña he estado relacionada con el medio ambiente y la actividad física en él. Esta suerte de poder estar en continuo contacto con la naturaleza ha sido posible gracias a mi pueblo, Las Navas del Marqués, el cual dispone de un pinar verdaderamente precioso.  He pasado todos los veranos de mi vida pudiendo disfrutar de esto, y ha día de hoy puedo decir que lo sigo haciendo. 
Desde que tenía 5 años, con mi familia, íbamos todos los domingos a pasar el día a la Pedriza, Manzanares el Real. Estos días eran mis preferidos, en los que nos juntábamos toda la familia a charlar y pasar un rato agradable, desconectando de la ciudad, de la contaminación, la tecnología... haciendo falta solo el campo y una compañía encantadora (y una comida casera deliciosa, por supuesto). Desde aquí, sin darme cuenta, ya estaba realizando actividad física jugando con mi hermana y mi primo, bañándonos en el río y, deporte, puesto que me encantaba simular partidos de fútbol con mi abuelo,  creyéndome una verdadera jugadora del Atlético de Madrid (ahora me doy cuenta que me dejaba ganar la mayoría de las veces). 

En esta foto, aparecen mi hermana mayor, mi primo y yo. Como puede observarse, tengo cara de enfadada, puesto que habíamos estado jugando al bátminton y recuerdo perfectamente como perdí por muy poco, desde ahí pude comprobar lo competitiva que soy y lo poco que me gusta perder (mi hermana es 4 años mayor, tenía ventaja y por eso ganó...) 

Desde entonces, no he podido parar de realizar actividad física en el medio natural. Hago danza urbana desde los 10 años y a los 13 decidí apuntarme a un campamento para aumentar mis conocimientos sobre ello. Estuve 15 días en Urda, Toledo, en unos bungalows, en los que conviví con 5 compañeras que no conocía, pero que ha día de hoy son un pilar fundamental en mi vida. En estos días nos dieron cursos de orientación, enseñándonos a leer un mapa y a usar una brújula. De esta experiencia me llevo amistades, conocimiento sobre danza y sobre el medio ambiente. El recuerdo más bonito que tengo de esta experiencia fue cuando pusieron música a todo volumen a través de unos altavoces y tuvimos que bailar libremente, como quisiéramos, con nuestro estilo, por todo el campo que había alrededor, sintiéndonos libres y olvidándonos de todo, como si estuviéramos solos bailando y nadie nos mirara. No hay mejor sensación de vivir la vida que combinar medio ambiente, amistad y danza. 

Al igual que tengo momentos maravillosos con el medio ambiente, también tengo alguna que otra  circunstancia desagradable, que por desgracia me tocó vivir. Este trance comenzó cuando hace 3 años, mi grupo de amigas y yo decidimos realizar un viaje a la nieve, puesto que en Madrid lo máximo que dura la nieve son 10 minutos ( y si por algún casual nieva). Decidimos ir a Cercedilla, ya que vimos que estaba bastante nevado y nuestra idea era ir a tirarnos con el trineo y jugar un poco con la nieve. Al cabo de unas horas, empezó a nevar mucho y decidimos realizar una ruta para ver que había en los alrededores ( a todo esto no teníamos ni brújula ni cobertura en el móvil, de hecho yo no tenía ni batería). He de decir que me gusta mucho la fotografía y me gusta hacer fotos a todo y y cuanto más rebuscado sea el sitio mejor. Por eso, empecé a andar , por que había observado un lugar a lo lejos que merecía ser fotografiado. Cuando por fin conseguí llegar donde quería, me di media vuelta y no había nadie, estaba nevando muchísimo y había gran cantidad de niebla que no me dejaba ver nada (eso sí, la foto la hice). No sabía hacia donde dirigirme ni por donde comenzar a buscar a mis amigas, empecé a abrumarme y me quedé paralizada, pensaba de todo menos cosas buenas. Al cabo de media hora, recapacité e intenté recordar por donde había llegado hasta donde estaba. Después de dos horas andando y andando, escuchaba voces pero no conseguía descifrar lo que expresaban. Me guié por los ruidos y por fin pude entender lo que decían, estaban gritando ALBAAAA, ALBAAAAA, ¡eran mis amigas! (milagro). 


Aquí dejo la foto del recuentro, en la que aparecemos todas bien felices, nada comparado con el mal trago de antes.

La solución y el consejo que propongo con esta experiencia, es no separarse nunca del grupo con el que vas, y más siendo en un lugar desconocido. No agobiarse y pensar claramente, además de llevar consigo una brújula o un mapa para poder orientarse.

Con este grupo de amigas, también tuve la oportunidad de ir a un campamento, en Pola de Somiedo, Asturias. Duró solo una semana, pero fue muy intensa. Todos los días realizábamos rutas en las que visitábamos paisajes increíbles de Asturias. Aquí pude poner en práctica mis conocimientos sobre la brújula y los mapas que me enseñaron en el campamento de danza, a pesar de que los monitores dedicaron un día entero para explicarnos cómo funcionaban y realizando pequeñas rutas por los alrededores para asimilar lo aprendido. También pude aprender sobre tiendas de campaña y cómo montarlas, ya que todas las noches dormíamos en ellas, cada vez en un lugar diferente de Pola de Somiedo.

Todos los momentos felices que he vivido en relación al medio ambiente ha sido gracias a mis grandes amistades y a mi familia. He aprendido muchas cosas en todas estas etapas, tanto buenas como malas, pero me llevo un pedacito de todas ellas.

He de destacar, que mi padre un día que fuimos a coger moras, debido a un desnivel del suelo se hizo un esguince. Desde este acontecimiento (el cual siempre narra en las comidas familiares), cogió mucho odio al campo y a la naturaleza. Después de repetirle una y mil veces que por una vez que le haya pasado no significa que le volviera a pasar más, siempre y cuando tenga cuidado y tome precauciones, recapacitó y volvió a realizar las rutas por el pinar del pueblo que tanto le gustaban. 


Desde mi punto de vista, recomiendo que todo el mundo se relacione con el medio ambiente y la naturaleza, ya que mediante la experiencia se adquieren muchos conocimientos y valores, aportando alegría a nuestra forma de vida. Además, es una manera de alejarse de la contaminación de la ciudad, favoreciendo la disminución del estrés y de la ansiedad. El medio ambiente nos brinda la oportunidad de relacionarnos con las personas con las que vayamos a compartir esta experiencia, a socializarlos,  a conocerse cómo es uno mismo y saber cómo reaccionaríamos ante determinadas ocasiones de peligro. Con esto, se busca que el ser humano busque mejores formas y alternativas de desarrollo que no dañen la naturaleza, ya que desde hace tiempo ha surgido un incremento del deterioro del medio ambiente, de ahí que, las actividades físicas en el medio natural sean una práctica físico-deportiva sostenible.  

Como ya he dicho, en mi vida han sido muchas las oportunidades que he tenido para estar en contacto con la actividad física en el medio ambiente, y por eso, tengo mucha ilusión y ganas por esta asignatura, de la cual se que voy a adquirir conocimientos nuevos y experiencias inolvidables. 



                                                                           

Comentarios

Entradas más populares de este blog

TREPA, INICIACIÓN A LA ESCALADA Y JUEGOS EN EL MEDIO NATURAL

SENDERISMO POR VALDELATAS

NORDIC WALKING Y TRAIL RUNNING POR VALDELATAS